miércoles, 14 de octubre de 2009


Francis Albert Sinatra: Hoboken, 12 de diciembre de 1915 - Los Ángeles, 14 de mayo de 1998, más conocido como Frank Sinatra, fue un cantante y actor estadounidense. Apodado «La Voz», fue una de las figuras más importantes de la música popular del siglo XX y dejó, a través de sus discos y actuaciones en directo, un legado canónico en lo que respecta a la interpretación vocal masculina de esa música. Su popularidad llegó a ser inmensa y prácticamente constante a lo largo de toda su vida, aunque fueron especialmente exitosos los años cuarenta y cincuenta, siendo esta última década, con su producción discográfica para la compañía Capitol, la considerada como su etapa de mayor calidad artística como cantante.

Su repertorio se basó en la obra de los más importantes compositores populares estadounidenses, como Jimmy Van Heusen, Cole Porter, Sammy Cahn o George Gershwin, y su estilo sintetizó, ya en sus orígenes, quince años de influencias mutuas entre la música de inspiración jazzística y la música pop que empezaba a difundirse a través de la radio. Sinatra construyó su estilo sobre la base de una comprensión natural de la música popular, tal como la habían entendido Bing Crosby, Fred Astaire, Benny Goodman y Louis Armstrong, explotando la idea de que esta, en todas sus vertientes, debería ser una extensión de la conversación.

Técnicamente, se caracterizó por su cuidada precisión en el fraseo y su dominio del control de la respiración; el rango de su voz estaba próximo al de barítono. En cuanto a su categoría artística, esta radica en su capacidad interpretativa para transmitir las emociones y sentimientos implícitos en las letras de las canciones.

En Sinatra, cualquier tipo de consideración vocal e, incluso, musical, resulta secundaria respecto de la que es su misión principal: contar una historia de la forma más expresiva posible.

A Sinatra se le reconoce históricamente el haber sido el primer cantante que hace un uso consciente de los medios de amplificación del sonido con el objeto de situar su voz por encima del sonido de la orquesta (dominadora de la música popular estadounidense de principios del siglo XX) y para aproximarla a la intimidad del oído del oyente.

Como actor, Sinatra fue un artista de tipo intuitivo, reacio a someterse a los ensayos y repeticiones habituales en una grabación, por lo que sus interpretaciones fueron emocionalmente intensas al tiempo que irregulares. La importancia en su vida de su trabajo actoral fue capital; por ejemplo fue precisamente a través de su papel en De aquí a la eternidad como logró salir de un bache personal y artístico en el tránsito de los años cuarenta a los cincuenta para encumbrarse en lo más alto de la popularidad, además de ganar por su interpretación el Óscar al mejor actor secundario.

A lo largo de su carrera profesional, Sinatra grabó más de 1.300 canciones y participó en más de cincuenta películas. Recibió multitud de premios y homenajes, entre los que se cuentan diez Grammys, el Premio de la Academia de Artes y Ciencias de la Grabación y la Medalla de la Libertad del gobierno estadounidense.

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